¿Cómo hablas a las personas que te rodean?¿Les motivas o todo lo contrario?¿Qué tipo de palabras y expresiones empleas?¿Utilizas “siempres” y “nuncas” habitualmente?¿Cómo te hablas a tí mismo/a?¿Te das cuenta qué te dices cuando te enfrentas ante un reto?¿Tienes un diálogo interno más positivo o negativo?
Hay que ser más consciente del vocabulario que utilizamos cuando nos comunicamos (con nosotros mismos y con los demás).Aunque parezca lo mismo, NO es igual estar a favor de la paz que en contra de la guerra. En la primera, nuestra atención se dirige a la paz mientras que en la segunda se dirige a la guerra. En el caso de que estemos en contra de la guerra, sin darnos cuenta, estamos llevando la atención hacia aquello que pretendemos evitar.
Te voy a dar tres herramientas muy sencillas que mejorarán tu vida…
- Cambia la polaridad de tus frases negativas: “No puedo…” por “Soy capaz de…” o “No soy …” por “ Me acepto como soy”.
- Identifica los siempres,nuncas, nadie y todos y elabora frases más realistas y concretas: “Siempre suspendo” por “He suspendido el examen de…”, “Nunca se acuerda de mí Fulano” por “Fulano no me ha felicitado por mi cumpleaños”, “Nadie quiere venir conmigo de vacaciones” por “Juana y Carlos me han dicho que este año trabajan en agosto” o “Todos están más delgados que yo” por “Alberto y Luisa han adelgazado”.
- Sin mentir, transmite a las personas de tu entorno las cosas que te gustan de ellas y no des por supuesto que ya lo saben: “Admiro lo ordenada que eres cuando trabajas”, “Qué bien cocinas”, “Eres un ejemplo de superación”,…
Con la práctica, verás cómo día a día mejora tu relación contigo mismo y con los demás. ¡A ponerse en marcha desde ahora! ¡Tú puedes!
Megusta ta saber las palabras y a prender Abrar
Me alegro Milagros. ¡A seguir aprendiendo siempre!