«El silencio grita al alma lo que los oídos nunca podrían escuchar» Alberto Barranco
Cada vez somos más los que nos animamos a dedicar unos días de nuestra vida a simplemente estar con nosotros. Son días en los que prima la observación y la atención de lo que ocurre en uno mismo. Días para ahondar en nuestro cuerpo y sus sensaciones, emociones y acciones.
La dinámica general es levantarse muy temprano. Durante el día se alternan espacios de meditaciones sentadas (aproximadamente unas 7 horas en total) con descansos donde normalmente se pasea, se está en un salón o en la habitación. También hacíamos caminatas en grupo en silencio por el monte durante 1 hora y media al día. La comida suele ser vegetariana, y opinión personal de un omnívoro, excelente en todos los sentidos. Al final del día suele haber también un espacio para compartir experiencias (el único en el que se habla y no todos los retiros tienen este espacio).
La duración de los retiros difiere de unos a otros aunque habitualmente son de 5 o 10 días. Se lleva a cabo en unas instalaciones normalmente alejadas de núcleos de población y en contacto con la naturaleza para favorecer una experiencia más honda. La idea es estar contigo y solo contigo y cuantos menos estímulos externos mejor que mejor. Por esta razón no se aconseja leer libros, escuchar música, ver la tele o tener encendido el móvil durante esos días. Vas a lo que vas.
En los dos retiros que he realizado (ambos de 5 días) fue duro sobre todo la adaptación. Ya no solo a nivel físico (que también), sino más a nivel mental por la exigencia del desarrollo de la atención durante las meditaciones. En dichas meditaciones lo único que hay que atender es un punto (normalmente la respiración) al que tienes que volver una y otra vez cada vez que te distraes. Mi sensibilidad a nivel físico creció. Soy capaz de notar mucho más mi cuerpo, sus partes y las sensaciones que tiene. Esto es genial porque me permite disfrutar mucho más con los sentidos así como darme cuenta antes de cosas que empiezan a ocurrir en él como puede ser un malestar. Esto deriva en una mayor sensación de control sobre mí y lo que hago. También pude percibir una sensación de mayor calma y bienestar, a pesar de seguir notando tensiones e incomodidades. A nivel de pensamientos, me permite observarlos con mayor claridad y no identificarme con ellos. Lo mismo con las emociones, a lo que añadiría, que salen a la luz emociones que hay escondidas y de alguna manera no hemos expresado adecuadamente. El silencio hace de vehículo para llegar hasta ahí. Algunas personas hablan también de comprensiones muy profundas sobre sí mismas y la vida.
Personalmente no lo recomendaría si en tu vida diaria no realizas meditación sentada. Sería conveniente tener una práctica regular en los últimos meses antes de que decidas hacer algún retiro.
Espero haberte ayudado a resolver algunas de tus dudas de lo que se hace y qué es un retiro. Si quieres empezar a practicar Mindfulness y no sabes cómo, ponte en contacto con nosotros.